Estos vodkas se crearon a partir de una decisión en desarrollar una bebida para todas las recepciones diplomáticas y banquetes del Kremlin, que se convertiría en la marca de eventos de alto nivel. Un equipo de expertos trabajó durante dos años bajo el estricto control del Kremlin para perfeccionar la formulación de este nuevo vodka. La receta permaneció un secreto de estado, elevando aún más el estatus de esa exclusiva Spirit. Este vodka especial fue producido sólo por una orden especial del Kremlin y en cantidades limitadas. En la producción de cada botella se emitió un certificado que contenía las firmas de los profesionales involucrados en la producción del vodka. Una bebida espirituosa (Spirit) proyectada para Jefes de Estado.

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